La Tornantissima uy uy uy!!

uEstuve unos días en la Alta Rezia (Livigno, Bormio, Tirano, etc...) con la mountain bike y de un papel con rutas espectaculares de la oficina de turismo decidí intentar una de ellas, La Tornantissima.
Empieza en el paso del Mortirolo a 1850m y sube hasta los 2500 para bajar hasta 500 metros con un singletrack super técnico, 18km en total.
El día no era muy bueno; estaba que llovía a ratos, pero no mucha agua y temperatura ok así que a darle a los pedales.
Salí de Tobo de Santa Agata, que es la ruta más dura para salvar los 1300metros del Mortirolo. Al poco se puso a llover pero con la máquina a tope frío yo?, nunca.
Una vez coronado el Mortirolo me puse una chaqueta de estas muy ligeras cortavientos y que también paran un poco la lluvia; aquí la parada me dejó frío así que pitando me fui que me quedaban 700m desnivel que subir.
A partir de los 2200m el terreno es muy expuesto, agua y viento y yo para arriba. A los 2300m me pregunté si no era mejor volver porque ya tenía bastante frío, todo mojado en tierra de nadie...
Los últimos metros de desnivel me costaron bastante porque el camino era muy feo, hacía mucho viento y yo tenía el cuerpo entumecido y sólo podía empujar la bici. Qué alegría ver el punto de partida para bajar!
Lo malo que la bajada en esas condiciones era imposible y a empujar. Yo gritando de rabia y consciente de que si paraba un rato a guarecerme me metía en serios problemas, así que llegué por fin a un refugio a 2200m muerto de frío y calado hasta los huesos.
Allí recobré vida con 2 tés muy calientes, pero me quedaba un montón para abajo y me preparé un atuendo especial para la ocasión.
Cogí prestada una camiseta manga larga, una bolsa plástico debajo del casco, 3 platos de plástico en el pecho y la gran idea: camelback hasta arriba de agua hirviendo jeje!
La ruta ya entraba en el bosque y con ese calorcito en la espalda bye bye frío.
Por alguna razón llevaba el sillín mut alto y la bajada super técnica con piedra mojada deslizante seguía siendo peligrosa; yo ya tenía bastante y me lo tomé con calma.
Tomé un desvío equivocado a mitad de bajada y acabé haciendo muchos tramos de asfalto y alguno decente.
En fin, que no fue mi día pero me pude reir rato largo de los apaños y la chapuza en la que me metí.
Otra vez será.